Por Sara Pérez Rodríguez
COMPLEJIDAD DIAGNÓSTICA
COMPLEJIDAD DIAGNÓSTICA
En los últimos 5 o 10 años, coincidiendo con el apogeo epidemiológico
de la EA (Enfermedad del Alzheimer) se ha estado sobreediagnosticando las demencia senil (DS), con un margen de error de entre 10 % y el 40%, según criterios clínicos. Este abuso del diagnóstico de
demencia se ha exacerbado al asumir que la EA es una enfermedad cuyo
diagnóstico se llega por exclusión. Actualmente disponemos de criterios
clínicos rigurosos y técnicas de neuroimagen cuya fiabilidad diagnóstica puede
rebasar el 9 %. Aun así resulta indispensable disponer de los elementos de
juicio para diferenciar lo normal de lo patológico en pacientes ancianos en los
cuales concurren una serie de factores psicobiológicos inductores de la
confusión clínica:
a)
Los ancianos están sometidos a una presión social
resultado de la marginación y la incapacitación laboral que hace que este
colectivo sea propenso a padecer reactivos con pérdida secundaria de facultades
cognoscitivas que simulan un falso deterioro patológico
b)
En los ancianos se acumulan cuadros orgánicos
sistémicos que repercuten negativamente sobre el SNC
c)
La incidencia de tumores, patologías
degenerativas y disfunciones inmunes aumentan con la edad
d)
El exceso de medicación, con efectos deletéreos
sobre el SNC, es una constante en el colectivo senil
e)
La aparición de trastornos mentales
psicorreactivos, con predominio depresivo, se acentúa con la vejez
f)
Un nutrido número de enfermedades con clínica de
demencia dificulta el diagnóstico de EA
Por lo tanto , es necesario
establecer unos criterios paramétricos que permitan diferenciar las
manifestaciones primarias de A de las manifestaciones clínicas secundarias a fenómenos
psicorreactivos, farmacológicos o procesos orgánicos del paciente senil.
En la evaluación clínica de una
paciente geriátrico debe participar un equipo multidisciplinar y se debe
realizar basándose en: la valoración clínica, la aplicación de métodos
psicométricos, el análisis de datos de laboratorio y la aplicación de métodos
diagnósticos complementarios y de neuroimagen.
CRITERIOS CLÍNICOS Y FASES DE LA ENFERMEDAD
Los criterios clínicos más
comúnmente aceptados son los del DSM-III-R , ICD-10 y NINCDS-ADRDA. De todos,
el más utilizado es el DSM-III-R aunque es muy inespecífico ya que incluye bajo
el término genérico de demencia degenerativa primaria a los casos preseniles y
seniles de demencia, así como a la enfermedad de Pick. El ICD-10 de la OMS es
más detallado y diferencia a la EA de la enfermedad de Pick. Finalmente, el
NINCDS-ADRDA clasifica las demencias en posibles, probables y definitivas en
función de la evolución clínica y de diversos marcadores, entre los que tiene
especial valor la confirmación anatomopatológica en muestras biópsicas o
necrópsicas.
La EA conceptualmente se distingue
del delirium por:
a)
Nivel de conciencia, que en el delirium fluctúa,
mientras que en la demencia se mantiene.
b)
Estabilidad del cuadro, que en la DS es continuo
y en el delirium es alternante, con periodos en que la atención del enfermo
parece intacta.
c)
Duración corta en el delirium y prolongada en la
demencia.
d)
Forma de comienzo, abrupta en el delirium e
insidiosa en la demencia
e)
Causa definida en el delirium e indefinida en la
demencia.
A continuación podemos ver la valoración diagnóstica de la
demencia según el DSM III-R, la más extendida:

En la siguiente tabla vemos los criterios de la NINCDS-ADRDA
para el diagnóstico de la EA y continuación la comparativa entre los criterios
diagnósticos para la demencia degenerativa primaria (DSM-III-R) y enfermedad
del Alzheimer.
Según los criterios de Reisberg y cols, la EA comienza en el
estadío GDS-4 y el estadío GDS-1 se corresponde con la normalidad en ancianos.
El GDS-2 es el equivalente del concepto benign senescent forgetfulness (olvidos
seniles benignos) propuesto por Kral en 1962.
En la fase confusional temprana aparecen los primeros síntomas clínicos
evidentes de déficit ocupacional y social. En La fase GDS-3 (Deterioro
cognitivo ligero) compatible con EA incipiente, aparecen los primeros síntomas
clínicos evidentes del déficit ocupacional y social. Este estadío representa ,
según Reisberg una condición límite . A partir de este estadío el deterioro es
progresivo en la mayoría de los pacientes bien diagnosticados y ninguno
recupera las facultades perdidas. La
fase de demencia temprana GDS-5 muestra un deterioro cognoscitivo moderadamente
grave y equivale a una EA moderada en cuyas circunstancias el paciente no puede
sobrevivir sin asistencia. Tras4 años de evolución, un 50 % de los pacientes en
fase GDS-5 suele fallecer.
En la fase de demencia media (GDS-6) el deterioro
cognoscitivo es grave, en un cuadro de
EA moderadamente grave (tercer estadio de EA) en la fase de demencia tardía
(gds-7) el deterioro cognoscitivo es muy grave representando una EA avanzada
(cuarto estadio de EA) , con pérdida total de facultades mentales, signos y síntomas neurológicos corticales de incapacitación total.
A continuación se muestra un miniexamen que valora el nivel
cognoscitivo del paciente. Si bien no es un examen determinante puede
orientarnos acerca del estadío en el que puede encontrarse el paciente:

Es recomendable que cada médico se familiarice con un par de
escalas equivalentes, con el fin de obtener resultados contrastables con otros
grupos de trabajo utilizando criterios diagnósticos y neuropsicológicos
comunes.
MARCADORES DIAGNÓSTICOS
Para conseguir un diagnóstico precoz de EA es indispensable
disponer de marcadores que definan las características de la enfermedad con
criterios objetivos. Estos marcadores son de varios tipos: clínicos,
neuropsicológicos , neurofisiológicos, neurorradiológicos, neuroquímicos,
genéticos y anatomopatológicos.
Ante un paciente con sospecha clínica de EA debe seguirse un
protocolo diagnóstico secuencial aprovechando los recursos técnicos de cada
institución. En la Figura 1 podemos ver
los marcadores diagnósticos en la enfermedad de Alzheimer.
Un método posible podría ser el siguiente:
a.
Evaluación clínica del enfermo (Poner Link)
b.
Ordenar una analítica completa y
radiodiagnóstico de rutina
c.
Establecer el grado de deterioro cognitivo
utilizando test de fácil manejo.
d.
La objetivación de los síntomas de demencia y el
estudio de la enfermedad se realizan con técnicas neurofisiólogicas y de
neuroimagen. Entre las primeras debe considerarse la realización de un
electroencefalograma (EEG) de rutina.
e.
En toda demencia es imprescindible disponer de
documentos gráficos de neuroimagen estática (TAC, RMN) o dinámica
(PET,SPECT,Rcbf) para evaluar alteraciones morfológicas y/o funcionales en el
SNC.
f.
Es recomendable aunque no imprescindible realizar
una punción lumbar para obtener líquido cefalorraquídeo con fines analíticos
(determinación de la actividad enzimática, neurotransmisores)
g.
A la confirmación diagnóstica de EA se llega
mediante el estudio biópsico de tejido cerebral para poner de manifiesto los
daños cerebrales pero actualmente no parece prudente recurrir a la biopsia
cerebral puesto que existen multitud de técnicas que permiten la obtención de
un diagnostico de alta fiabilidad.
Electroencefalografía
Considerando patrones EEGestándar, Gianquinto y Nolfe
encuentran anomalías EEG en un 52% de los ancianos sanos y en un 82% de los
pacientes dementes. La actividad bioeléctrica del cerebro que se registra con el EEG depende del grado
de madurez neuronal. Si se pretende que el EEG diferencie actividad bioeléctrica
EA de no-EA es necesario diferencial patrones bioeléctricos seniles normales y
patrones patológicos. A continuación vemos una imagen que muestra los patrones
electroencefalográficos basales de un anciano normal y de dos pacientes con
enfermedad del Alzheimer. Los estudios clásicos con EEGestándar,
polisomnografía y CC en la EA reflejan:
a.
Aumento de actividad θ ( 4-7 Hz) y δ
(<4 Hz)
b.
Disminución de la actividad α (8-13 Hz) y β
(14-20 Hz)
c.
Patrón EEG lento difuso
d.
Disminución de spindles y complejos K
e.
Reducción del sueño REM
Tomografía axial computarizada (TAC)
La TAC diferencia tejidos por absorción de fotones R-X con
una resolución aproximada de 1mm. En la EA la TAC detecta atrofia cortical y
ensanchamiento de surcos y ventrículos. La atrofia suele ser dominante en las porciones
medial y anterior del lóbulo temporal con agrandamiento de las cisternas
supraselares y alargamiento de los cuernos temporales de los ventrículos
laterales. El ensanchamiento de las astas temporales ocurre en dirección
anteroposterior debido a la atrofia de materia blanca y atrofia del hipocampo.
El ensanchamiento de la fisura de ilvio es común en la vejez, pero mucho más prominente
en la EA.
BIBLIOGRAFÍA
Ramón Cacabelos García, Enfermedad del Alzheimer , etipatogenia y neurobiología. JR. PROUST editores, 1991
En esta entradada del blog mencionáis que el diagóstico de la demencia senil y el alzheiemer puede ser confuso y difícil de diferenciar. Me preguntaba si la demencia senil es una enfermedad en la que también influyen factores genéticos, y si la razón del sobrediagnóstico se debe a la similitud de síntomas entre ambas enfermedades. Muchas gracias de antemano! Y me parece muy interesante el tema tratado!!
ResponderEliminar